ROCHESTER, Minnesota: El deterioro físico y mental es un efecto secundario común del internamiento en el hospital entre los ancianos. Esto ocurre aunque la persona solamente haya estado hospitalizada durante uno o dos días debido a algún procedimiento común, tal como la cirugía para reemplazo de la rodilla. Sin embargo, existen algunas medidas que los pacientes pueden tomar para recuperar su fuerza, vigor y agudeza mental después del internamiento en el hospital, comentan los expertos de Mayo Clinic en envejecimiento y estado físico, Dr. Nathan LeBrasseur y Dr. Michael Joyner, quienes destacan este punto como parte del Mes Nacional de la Fisioterapia.
Una de las cosas más importantes que el paciente hospitalizado puede hacer es simplemente levantarse y empezar a moverse otra vez, en cuanto le sea posible y hasta donde pueda, señala el Dr. LeBrasseur.
Según uno avanza en edad, menos necesita para descarrilarse. El hecho de permanecer en casi absoluta inactividad durante la estadía en el hospital ejerce mayor presión sobre el organismo y eso puede hasta inducir otro grado de discapacidad y deterioro funcional, añade.
“Es claro que la antigua creencia o dogma de que ‘el descanso es la única cura’ no es la respuesta correcta. Varios estudios diferentes y realizados en distintos ambientes han demostrado que el ejercicio desempeña una función muy activa en el proceso de recuperación”, explica el Dr. LeBrasseur, quien trabaja en Medicina Física y Rehabilitación y en el Centro Robert y Arlene Kogod de Mayo Clinicpara el Envejecimiento. “Sin duda, todo tipo simple de ejercicio es muy importante”.
La disminución del estado físico que se presenta durante o después de una hospitalización o enfermedad no es algo que sólo ocurre con los pacientes frágiles, dice el Dr. Joyner, anestesiólogo y fisiólogo de Mayo Clinic. Pueden además surgir problemas de cognición porque la anestesia y los analgésicos a veces provocan confusión o delirio, e incluso empeoran los problemas cognitivos existentes, acota el Dr. Joyner.
“Esto le puede ocurrir a cualquier y de manera rápida. Los ancianos corren mayor riesgo porque normalmente empiezan en un punto más bajo y, por tanto, tienen menos reservas”, añade el Dr. Joyner. “Si bien ninguna persona es igual a otra, ni ningún caso es igual a otro, la evidencia recabada de todo tipo de afección es que las tácticas de rehabilitación más agresivas generalmente funcionan mucho mejor de lo que uno cree”.
Las sugerencias de los doctores Le Brasseur Joyner son, entre otras, las siguientes:
* Procure mantenerse lo más fuerte posible, tanto física como mentalmente, de manera que si enferma, empiece en un punto más alto y cuente con las reservas y la motivación para recuperarse.
* Si se encuentra hospitalizado, empiece a moverse como pueda y cuanto antes.
* Descubra maneras de permanecer activo mentalmente, hasta en la cama del hospital. Usar la computadora para buscar información en el Internet o jugar puede ayudar.
* Tenga cuidado con el consumo de los sedantes.
* Ponga rótulos y relojes en la habitación del hospital para no desorientarse.
* Colabore con el equipo de atención médica para minimizar la disminución de su estado físico y desarrollar un plan de rehabilitación.
El objetivo final es ayudar a que la persona mantenga el estilo de vida que desea durante el mayor tiempo posible. Eso no sólo beneficia al paciente, sino que también es provechoso para la economía de la atención médica, dice el Dr. LeBrasseur.
“Mantener a la persona sana, autosuficiente y segura en la casa durante el mayor tiempo posible es importante para todos”, explica el Dr. LeBrasseur. “Creo que no existe nadie que no lo desee, y en eso precisamente se concentra nuestro trabajo”.
Nota: Para entrevistas con el Dr. LeBrasseur o con el Joyner que ostenta el título de Profesor Frank R. y Shari Caywood, comuníquese con Emily Hiatt, en la Oficina de Asuntos Públicos de Mayo Clinic, al 507-284-5005 o envíe un correo electrónico a newsbureau@mayo.edu.
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